Oración a San Fray María Rafael Arnáiz Barón
¡Oh Señor Omnipotente! que glorificas a los humildes y abates a los soberbios, te suplicamos por la gloria de tu Santo Nombre ensalces la memoria de San Fray María Rafael, concediéndonos si no va en contra de tu voluntad la gracia que te pedimos (hacer la petición aquí) que por intercesión de nuestro querido santo, que vivió y murió para glorificarte a Ti, siendo un discípulo preclaro en la ciencia de la Cruz de Cristo, concédenos también que, por su ejemplo e intercesión, te amemos sobre todas las cosas, y siguiendo el camino de la Cruz con el corazón dilatado, consigamos participar del gozo pascual. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Meditación en las máximas espirituales de San Rafael Arnáiz:
¡Qué grande es Dios! ¡Qué bien ordena los acontecimientos siempre para su gloria!
¡Sólo Dios llena el alma..., y la llena toda!
La verdadera felicidad se encuentra en Dios y solamente en Dios.
El que no tiene a Dios necesita consuelo; pero el que ama a Dios, ¿qué más consuelo?
¡Cómo se inunda mi alma de caridad verdadera hacia el hombre, hacia el hermano débil, enfermo...! Si el mundo supiera lo que es amar un poco a Dios, también amaría al prójimo.
Al amar a Jesús, forzosamente se ama lo que El ama.
La única verdad es... Cristo.
He hecho el votó de amar siempre a Jesús. Virgen María, ayúdame a cumplir mi voto.
Para Jesús todo, y todo, por siempre, y para siempre.
No le bastó a Dios entregarnos a su Hijo en una Cruz, sino además nos dejó a María.
Honrando a la Virgen, amaremos más a Jesús; poniéndonos bajo su manto, comprenderemos mejor la misericordia divina.
¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!
Señor ayúdanos a meditar en estas máximas, que con el Hijo y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
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