Oración de Dios para reflexionar
Hijo mío, que estás en la tierra,
haz que tu vida sea
el mejor reflejo de mi nombre.
Adéntrate en mi santo reino
en cada paso que des,
en cada decisión que tomes,
en cada caricia y gesto diario,
haciendo siempre el bien.
Constrúyelo tú por mí, y conmigo.
Esa es mi voluntad así
en la tierra como en el cielo.
Toma el pan cada día,
consciente de que es un privilegio
y un milagro. Perdono tus errores,
tus caídas, tus abandonos,
pero haz tú lo mismo
con la fragilidad de tus hermanos.
Lucha para seguir
el camino correcto en la vida,
que yo estaré a tu lado.
Y no tengas miedo,
que el mal no ha de tener en tu vida
la última palabra…
Amén.
(José María R. Olaizola sj)
Nota: Sólo para devoción personal se agregó algunas palabras a la versión original.
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